Mi corazón intuye cercanía
en el beso del niño que confía
y en el rumbo anhelante de la nave.
Todo es amor. Mirad la frágil ave
tejiendo nido desde paja fría.
Mirad la flor haciendo compañía
al canto del arroyo claro y suave.
Todo es amor, porque el Amor Divino
imprime en nuestra sangre Su camino
en busca del amor perpetuamente.
Todo es amor y, quien lo sabe, canta
hasta fundir gozoso su garganta
con el amor de Dios, siempre viviente.