EL FARO DE LA TORRE DE
HÉRCULES
o
navega, tal vez enhiesto faro
mano
viva de luz que tiende amparo
desde
el brazo de piedra de la torre.
El
puerto ya sonríe, ya descorre
su
cerrojo de noche y desamparo. .
A
galope de luz su chorro claro
de
hogar con niños llega y nos socorre.
Nos
venda las heridas de la ausencia
con
el cálido albor de la esperanza.
Estamos
vivos. Nuestra islilla danza
locuela
de sentido y de presencia.
En
el oscuro mar de mis hermanos
quisiera
ser Señor, luz de tus manos.