CULMINA MI RAZÓN
cuando te sé “Mamá” que me florece,
cuando mi ser de criatura crece
nutriéndose de Ti, mi Padre Inmenso.
Mi pobre corazón se torna incienso
que vuela a tu Presencia y amanece,
alba de amor filial que se estremece
hecho canción de salmo claro y denso.
Pensándote, Señor, me desescombro,
me sumerjo en los mares del asombro
como pez en el agua transparente.
Al pensarte y amarte, me cobijo
en el gozo filial de ser tu hijo
abrigado en tu seno providente