SEÑOR TODO ES DON TUYO
Este notar que vives en mi vida,
este habitar hogares en las cosas,
este leer el verso de las rosas
este latir de sangre agradecida.
Este fundir la llama compartida
en amistades hondas y gozosas.
Este cuidar sencillas mariposas
en mirada caliente y ofrecida.
Este vivir para decir: “No temas”.
Ahonda en ti y encontrarás poemas
en tu sangre sin nieve y sin sonrisa.
Todo, Señor, es don que me regalas,
todo me lleva en andas de tus alas
como a la pluma el beso de la brisa.