Puros tus ojos, pura tu sonrisa,
pura la paz que fluye tu figura.
Puro el candor de tu palabra pura.
Puro el latido de tu luz precisa.
Puro el beso que pones en la brisa
para que alivie nuestra noche oscura.
Para la donación de la ternura
con tu carne de Virgen poetisa.
Eres pureza tanta y tan fecunda
que mora Dios en Ti y en Ti se inunda
de puro amor donado y florecido.
Virgen sencilla de pureza mansa,
purifica la tierra que se cansa
de vuelo roto y el vivir podrido.
(A Nuestra Señora de Mayo)