3/7/23

SÚPLICA A TERESA DE JESÚS

 

 





En andas del Amor fuiste llevada.

Te dejaste llevar, como una pluma

por la brisa de Dios, feliz en vuelo.

 

El amor te dictaba los caminos

de tu andariego afán. Te sostenía

como vela encendida iluminando.

 

El amor desbordaba tus arterias

para verter en sangre manuscrita

palabras de llaneza fertilísima.

 

El Amor te besaba en el silencio

y te hablaba profundas confidencias.

El Amor te brisaba, te fundía

con el querer quemante del Esposo.

 

Eras Esposa por amor. Sellada

con la mirada de Jesús. Prendida

en la mirada de Jesús. Lavada

por la mirada de Jesús. Estabas

fascinada por Él, por sus locuras

anonadando a Dios en nuestra carne…,

haciéndose capullo de la Rosa…,

sintiéndose feliz en mi establo…,

carpinteando hogares de silencio…,

siendo amigo de anónimos luceros…,

curando a los enfermos  y a los sanos…,

declarando doctores a los niños…,

muriéndose en abrazo permanente…,

resurgiendo en la luz que nunca cesa.

 

Te fascinó su Amor. Te sumergiste,

ebria de Él, con decisión suicida.

Y en Él moriste y vives para siempre.

 

Teresa de Jesús. Teresa loca.

Loquísima y simpática Teresa,

que aprendiste fielmente sus locuras

hasta fundirte Esposa en el Esposo.

 

Teresa de Jesús: Ya no hay locuras….

Ya los hombres se aburren de sensatos.

Ya los niños estaban y las rosas

languidecen sin besos del asombro.

Y los amigos duran lo que dura

una ración de gambas gratuita.

Ya los poetas quedan marginados

en la burla de rostros sin mirada.

Ya no anda Dios feliz en los pucheros

ni la lluvia de Él nos fertiliza…