PIEDAD PETRIFICADA
(Catedral de Segovia)
Desde el seco barbecho de poniente
me parece espiga bien granada
en piedra, de latir al sol, dorada
y, de mirar al cielo, trascendente.
No ha muerto aquella mano, aquella mente
que te rezó -piedad petrificada-.
Desde la luz eterna, su mirada
tu luz labrada cuida eternamente.
¿Te cuido yo también…? Yo, ¿te camino
con un cálido paso peregrino
que vierta mi plegaria a la esperanza…?
Dame espiga de amor. Sostén mi anhelo
erguido sobre el aire de tu cielo
para soñar donde tu sueño alcanza.