HOMBRE DE FE
y el corazón poblado de azucenas.
Arquitecto de cales y de arenas
hechas templo y hogar de los hermanos.
Sus desvelos austeros
y tempranos
atraparon la luz, a duras penas.
Son sus manos callosas y morenas
salmos de amor y gozo sobrehumanos.
Don Manuel Carretero,
su memoria
alumbre los archivos de la historia
con palabras sencillas y jocosas.
Quedó su alma buena
manuscrita
en letras, cales, pan y agua bendita,
como quedan las almas de las rosas.
(A DON MANUEL CARRETERO VELÁZQUEZ, cuyos desvelos hicieron
posible el hermoso templo parroquial de Prádena)