31/8/20

POEMAS SOBRE EL HOMBRE

AL CIELO EN BICICLETA
Tríptico de sonetos a José Jiménez Martín[1], Jimmy, muerto en accidente de bicicleta.
I
Saliste, con el alba presuroso            
por llevar a tus padres alegría.
El giro del pedal se desvivía
movido por tu ritmo jubiloso.

Un invasor metálico rabioso
devoró los espacios de tu vía.
Notaste que la luz se estremecía
frente al furor del acerado oso.

De tu sangre vertida en esperanza
brotó la paz eterna que se alcanza
pedaleando ascéticos amores.

Quedó tu cuerpo por el suelo,
pero voló tu corazón al cielo,
meta final de recios amadores.

II
José Jiménez ¿desde arriba
como se ve la tierra lacerada?
¿Puede rodar tu bicicleta amada
sobre el cielo de luz superlativa?

Sabemos que tu alma difusiva
refleja en nosotros tu mirada.
Tu recuerdo convoca a la escalada
en bicicleta por la ruta viva.

Tu ruta fértil, silenciosa, recia.
Esa ruta que el tibio menosprecia
porque teme subir pedaleando.

Por eso tú, que gozas ya la cumbre,
nos donarás el fuego de tu lumbre
para sembrar el corazón cantando.

III
Y por eso, tu sombra silenciosa
desvanece las nieblas del camino.
Somos trigo de Dios y en su molino
nos haremos harina substanciosa.

Cultivaremos, como tú, la rosa
y el vuelo verde del silente pino.
Tu pulso humano con calor divino
convertirá en poemas nuestra prosa.

Sigue en la tierra tu vigor de atleta.
Arcangelada ya tu bicicleta
desafía las vías de metales.

Gracias, José, sencillo y fiel amigo,
tu recuerdo nos nutre con el trigo
de tus recias virtudes teologales.

(Con el mayor afecto a sus padres y familiares)







[1] José Jiménez Martín (17.5.1958-21.3.1998). Natural de Nava de la Asunción (Segovia). Hijo de José y Amelia. Estudió en los Maristas de Segovia. Conoció el Opus Dei en el Torreón (Segovia). Numerario del Opus Dei. Ingeniero agrónomo, tras trabajar en una empresa de informática se dedicó a la educación en el Colegio Tajamar. Abierto a un sin fin de actividades con gente joven: baloncesto, cine, submarinismo, bicicleta.  Sufríó atropello mortal en el término de Colmenar Viejo cuando se dirigía en bicicleta a visitar sus padres en Segovia. Fue enterrado en Nava de la Asunción. D. Javier Echevarría, obispo- prelado de la Obra en la carta que dirigió a su vicario de España el 22 de marzo escribió: Muy preparado debía estar Jimy cuando todo ha sido tan rápido: alegría grande por tener más gente en el Cielo, que es completamente compatible con la pena enorme que sentimos.