16/9/20

POEMAS SOBRE EL HOMBRE


MANOS DE PAN Y VERSO

Quiero cantar al verso de las manos
que nunca escriben versos y que ignoran
el poema sublime del trabajo.
Quiero cantar sudores amarillos
que decoran las frentes de los hombres
como estrellas de paz entre la niebla.
Quiero pagar la sangre que se siembra
en los surcos del campo y en los surcos
de la ciudad brillante y acerada.

Vuestras manos de artistas incoloros
escriben el poema de la vida
sin darse cuenta como las alondras
que gorjean mañanas en el aire.


De vuestras manos con calor de hombres
se nutre la sonrisa de los niños,
el verso rojo de la sangre joven,
el mar sereno del hogar fecundo
y el estío dorado del anciano.

Vuestras manos escriben el poema
de la piedra que afirma los hogares.
Vuestras manos esculpen con madera
palabras vegetales en servicio.
Y domestican vuestras manos fuertes
el brío arisco del corcel de acero.
Y vuelan vuestras manos y dialogan
con los astros que alumbran la distancia.
Y vuestras manos salvan al cordero
que no acierta a la ubre de su madre.
Y siembran la esperanza con el trigo
que se pudre en la tierra y la fecunda.

Dios se complace en vuestras manos fieles
que manuscriben fuentes y caminos
para salvar las hondas dimensiones
del ser creado que en la sombra yace.

Manos humildes con dolor y gozo,
sin versos y sin joyas, sólo manos;
sois poema de carne pronunciada.

Gracias, manos anónimas, mis manos
imprimen jubilosas el mensaje
de vuestra paz ganada y compartida.