“Dios es Amor”, me dice tu mirada.
Dios es latido en cada criatura.
Dios es el beso lleno de ternura
que alumbra el corazón de la alborada.
La Verdad en tu Carne revelada
acerca Dios al hombre e inaugura
la dimensión del bien y la hermosura
con sencillez de amor articulada.
Tú nos dices, Jesús, que las estrellas
son pensadas y escritas como huellas
para llegar al Padre de la Vida.
Tú verificas toda certidumbre.
Tú levantas al hombre hasta la cumbre
de tu verdad filial agradecida.