16/5/21

CORAZÓN ROBADO

Dicen, Señora, que te quiero mucho.

Dicen que tengo el corazón robado

por tu cariño puro. Me han llamado

vuelo filial de dócil aguilucho.

 

Dicen también, Señora, que te escucho

y quedo en tu palabra embriagado.

Dicen que tu silencio me ha dejado

sin vigor iracundo cuando lucho.

 

Dicen tanto, Señora, que parece

que mi desnudo corazón florece

azucenas de blanco regocijo.

 

Dicen ¡qué bien! que tengo por oficio

perder por Ti mis cosas y mi juicio

viviendo sólo para ser tu hijo.