13/5/21

VASIJA LLENA DE DIOS

Gracias, María, gracias, tu presencia

en mi casa interior me regocija.

Eres Madre de Dios y eres la hija

que cultiva su dulce complacencia.

 

Quiero ser, como Tú, la transparencia

de su Amor Infinito: la vasija

llena de Dios en la que Dios cobija

intimidad de viva confidencia.

 

No Te apartes de mi. Nunca mi casa

quede sin Ti, sin tu calor de brasa

que salva de los fríos y penumbras.

 

Sólo, Tú, tan callada, Madre mía,

tejes hogar de paz y de alegría

porque borras mis penas y me alumbras.