4/7/22

GRATITUD Y SÚPLICA A JUAN DE LA CRUZ

 


 

Gracias, Juan de la Cruz, por tu Presencia

poniendo estrellas a la “noche oscura”

Gracias, por la palabra que despiertas

en los bosques cubiertos de silencio.

Gracias por advertirnos las miradas

del Amado pasando por estos sotos.

Gracias por asumir nuestra pobreza

y añadirle estatura de infinito.

Gracias, Juan de la Cruz. Tú nos motivas

a caminar “a zaga de Su huella”.

 

Tú señalas alturas y te ofreces

a darnos clase de alpinismo amable

encendiendo poemas en la nieve.

Gracias, Juan de la Cruz, por haber dado

empleo de amor a nuestras horas muertas.

Contigo, Juan, tenemos sed ardiente

y buscamos la fuente en el desierto.

Contigo, toda ciencia trascendiendo,

encontramos la causa de la ciencia.

 

Juan de la Cruz, amigo, tu llamada

nos urge tanto que te suplicamos

levedad en el peso de la carne.

Descarga nuestros hombros tan cargados

con el ardor de la mediocridad.

Libera nuestros ojos adheridos

a la penumbra de las cosas vanas.

Encauza los torrentes de la ira

por acequias fecundas y regantes.

Excávanos por dentro hasta que nazca

el ruiseñor del alma y su gorjeo.

Haznos poetas de vivencias densas,

cristalinas palabras donde anida

el Amado feliz y transformante.

 

Gracias, querido Juan, por haber sido

rebeldía sublime que nos alza.

Gracias por ser doctor arrodillado

para volar mejor hasta la cumbre.

Gracias, por ser tan libre que te clavas

en la Cruz del amor sin condiciones.

Gracias, por el Cantar de los Cantares

traducido en tu sangre a nuestro idioma.

Gracias por los Carmelos que fundaste.

Gracias por los poemas que escribiste.

Gracias, por las locuras que viviste.

Gracias, por las palomas que salvaste.

 

Con dejarte perder nos alumbraste.

Con dejarte morir, nos reviviste.

Con dejarte clavar, nos desclavaste.

 

Juan de la Cruz, amigo, hoy nos agobia

otra noche arrogante sin estrellas

que desea enterrarnos en la Nada.

Vuelve otra vez al cielo de Segovia.

Imprime tus poemas y tus huellas.

Adviértenos Su Cálida mirada.

 

Segovia - 14 - Diciembre - 1986