Hermosura de luz. Abierta rosa
con rocío de lágrimas ardientes.
En las perlas de nieve de tus dientes,
agonía de Virgen Dolorosa
Dichosa por creer y más dichosa
por ofrecer tus lágrimas creyentes.
Son estrellas de amor y son las fuentes
donde la sed del Redentor reposa.
Queda en la Cruz suspensa tu mirada,
tu carne maternal crucificada
con el Hijo de Dios de carne tuya.
Álzanos en las alas de tu llanto
y siémbranos Contigo en el quebranto
para salvar Contigo el ¡aleluya!