Te quedas junto a mí; tu sombra cuida
la luz de mis amores teologales.
Siembras en mi plegaria vegetales
y pules mi madera consentida.
Me das la paz sencilla compartida
y salvas cristalinos manantiales.
Repartes corazón en paternales
latidos de azucena florecida.
Te quedas junto a mí; Yo te recibo
con gozo de fervor contemplativo
junto a Jesús Palabra-Eucaristía.
Espero ser silencio carpintero
y dar a Dios mi corazón entero
desde el taller de tu carpintería.
San Vicente - 6 - Enero -1998