19/3/23

COPLILLAS JOSEFINAS

 


José de Nazaret,

Padre y Señor,

enséñame tu pulso

custodiador.

 

Escucho tu palabra,

silencio vivo,

corazón habitado,

contemplativo.

 

Dios estaba tan cerca

de tus sudores,

que se fundió contigo

tallando amores.

 

Dios estaba tan dentro

de tu mirada,

que te hizo carpintero

de su alborada.

 

Alforjas de cariño

llevaste al hombro,

como yo, San José,

cuando te nombro.

 

A golpes de latido

fuiste puliendo

la Luz del Niño-Dios

que iba creciendo.

 

En tus manos robustas

de reciedumbre

el trabajo rezante

se hizo costumbre.

 

Yo quisiera pedirte

que me explicaras

por qué Dios me sonríe

cuando me amparas.

 

Mi paso vacilante,

paso de hombre,

recupera firmeza

desde tu nombre.

 

Los ojos de la Virgen,

tu Santa Esposa,

en tus ojos bebieron

alma de rosa.

 

Carpintero sencillo

de la esperanza,

pon en mis venas sangre

de confianza.

 

Para ser padre bueno

fuiste buen hijo:

la filiación divina

fue tu cobijo.

 

Mi corazón, madera

de tu taller

desea que lo pulas

con tu querer.

 

Cristifica mis manos

hasta que acierte

a pulir corazones

en vida y muerte.

 

San José, Padre bueno,

cuida mis pasos

para que no me canse

con los fracasos.

 

Quiero ser como Tú

todo cariño

para la Virgen Pura

y para el Niño.