14/1/23

AMARTE SOBRE TODAS LAS COSAS

 


Amarte a Ti, Señor, sobre mi vida.

Sobre esta vida que se prende al tiempo

y, a veces, se me pierde entre las cosas.

 

Amarte a Ti, Señor, sobre mi sangre:

sobre el río que lleva mi barquilla

hacia la eternidad.

 

Amarte, sin mirarme compasivo

cuando mis llagas arden y me hostigan.

 

Adherirme a tu Ser, como los niños

se adhieren a sus madres.

 

Amarte a ti, Señor, en confianza

de que nada se pierde si Te amo.

 

Amarte cuando lloro, cuando canto,

cuando el gris de la vida atraviesa…

 

Amarte y ofrecer mi mano-tuya

a los seres, sin Ti, que se extravían.

 

Amarte hasta encontrar esa palabra

que las rosas pronuncian en silencio.

 

Amarte en crecimiento hasta sentirme

libérrimo de mi, como si fuera

mi esencia y mi existencia sólo amor.

 

Quedar en el asombro, fascinado

porque Tú me recibes y me impulsas,

sin fijarte en mi ser diminutivo.

 

Quedar en Ti, Señor, Dios hecho Niño,

desvalida Palabra convocándome.

 

Amarte a Ti, Señor: amarte siempre

sobre todas las cosas: sumergirme

en tu mar infinito e inefable.

 

(Respuesta al Niño Dios)