Pesebre tuyo, cálido y sencillo
pesebre con aromas vegetales,
pesebre de virtudes teologales
desnudo de arrogancias y de brillo.
Nido de paz, vestido de amarillo
sin bélicas aristas de metales.
Madera soñadora de rosales
pulido por los besos del cepillo.
Pesebre tuyo, Dios. Sólida cuna
donde moran caricias de la luna
y juguetes de barro sin alhajas.
Pesebre tuyo. Amor sin más poderes
que abrazarte y donarte amaneceres
de asombro al verte Niño entre mis pajas.