22/2/23

SOFÍA, MISIONERA DE ACCIÓN PARROQUIAL II

 

Un beso de silencio humedecido

con lágrimas quemantes y sinceras.

Un beso de soñadas sementeras

en el campo de Dios amanecido.

 

Un beso tan profundo y tan ungido

de miles de cariños y de hogueras,

que cupieron en él las primaveras

de todo su recuerdo florecido.

 

Con este beso de color de cielo

coronaron felices el desvelo

de su paternidad plenificada.

 

Por este beso ubérrimo de amores

el Señor de la Vida hizo doctores

a tus padres y a ti con su mirada.