“Para avanzar resueltamente por el camino y llegar hasta las
Moradas donde queremos adentrarnos, no se trata de pensar mucho sino de amar
mucho” Teresa de Jesús
IV
Tú supiste de amor, saboreaste
tu ser de criatura regalada
por el Amor, para el Amor sellada
y, sólo por amor, te pronunciaste.
Por eso con nosotros te quedaste,
hermosa luz y celestial llamada,
en el verso, en la prosa, en la morada
humilde de los nidos que fundaste.
Teresa de Jesús, presente y viva
que custodias la paz contemplativa
siempre volando y alentando el vuelo.
Convierte nuestra sangre prisionera
en tierra fértil de la primavera,
vestigio de Su Amor, verso de cielo.