Siendo la conmemoración anual del misterio del nacimiento de Jesús ocasión y fuente de inspiración para los artistas, cómo no lo iba a ser para un sacerdote-poeta, poeta-sacerdote de la talla de Rafael Matesanz. Al celebrar el 25 aniversario de su muerte parecía oportuno acercarnos a su mirada de la Navidad. En su extensa obra literaria le dedica, que sepamos, cerca de 80 poemas atendiendo al sorprendente hecho de ver a Dios hecho niño, a la respuesta que el hombre puede dar, al sentido genuino de esta fiesta, a María y a José, a su relación con la Iglesia, la Eucaristía y la eternidad. Dejaremos que sea él el que nos hable.
1. NAVIDAD AUTÉNTICA
Dios es humilde, por eso sabe anonadarse, ASUME NUESTRA
NATURALEZA HUMANA. Rafael Matesanz lo describe con estos versos: Tienes frío,
Señor/ Te despojas del cielo y de su brillo/ y tu Deidad en carne se consiente
(Frío de Dios) Como la lluvia sobre
lana pura,/ con el silencio de brisa, Te acercaste./ Como la lluvia, generando
vida (Como lluvia sobre el vellón) COMPARTE
NUESTRA SUERTE: Resides en nuestra casa de sangre y lágrimas/ como en el hogar
íntimo de tu ser. /No es posible mayor cercanía:/ ya no es posible (Gracias Padre) SE HACE NOVEDAD Y REGALO
PARA NUESTRAS SERIEDADES: Tu nacer fue llegada de lo puro/ como cuando los
niños aparecen/ y disipan la ira de los ojos (Un payaso ante Dios niño) QUISIERA NUESTRO POETA ACERCARSE A JESÚS
COMO MARÍA Y JOSÉ: Así quedar, ¡oh Dios de carne mía!/copiando los latidos de
María/y el desvelo silente de José (Asombro
ante Dios- niño) Proclama mi palabra la más pura/ gratitud a tu cálida
ternura/para cuidar a Dios, reciente Niño (Lámparas
del pesebre. José).
2. NAVIDAD PROFANA
Se rebela el poeta de Prádena ante la navidad profana,
ahora tan adelantada y llena de símbolos ajenos: Pero no; es otra cosa/ distinta
del consumo diluyente (Navidad total)
Es testigo de que pocos conmemoran realmente el nacimiento de Cristo: Pocos
saben que naces. Nos devora/ la prisa de las cosas. Desafía/ la noche sin
estrellas. Descarría/ la turbia posesión de cada hora (Vuelve a nacer) Llegas de puntillas cuando la historia siente el
desasosiego del vacío sin Ti./ La Nochebuena recolecta la vegetal ternura del
musgo y convierte a los niños/ en ingenieros de caminos y puentes/ por donde
pasan los pastores y magos buscadores de tu estrella./ Nace otra vez, Señor,
cuando se desploman los valores/ y amenaza ruina el edificio interior del
hombre (Nacimiento de Dios).
3. CÓMO VIVIR LA
NAVIDAD
Consciente de la generosidad sin tasa del Redentor,
Matesanz muestra cómo corresponderle, ya sea ACUNÁNDOLO: Abro, Señor, mis manos
para darte/ el calor de mi carne agradecida./ Esta arcilla que soy está
encendida/ para brizar tu Cuerpo y hospedarte (Ven Señor/abro, Señor, mis manos) Nace Dios. No perezcas en la
pena/ que la noche se vuelve Nochebuena/ si eres pesebre que recibe al Niño (Nace Dios); ADMIRÁNDOSE Y ABAJÁNDOSE:
Debo saltar al gozo del asombro/ debo hacerme pequeño como un niño/ para
encender mi carne en tu ternura (A las
manos de Dios niño); ENCARCELÁNDOSE EN ÉL: Quiero, Señor, Contigo, vivir
preso:/ tómame, róbame, cuando mi beso/ quede en tu Cuerpo Niño sumergido (Prisionero en Ti); REGALÁNDOLE A TRAVÉS
DE SU MADRE Y PARA QUE SE ENTRETENGA UN CORAZÓN NIÑO Y CIRCENSE: No tengo más,
Señor. Soy un payaso,/ pero Te doy mi corazón de niño./ Cuídalo con la luz de
tu sonrisa/ y seguiré sembrando la alegría/ para que el mundo sepa que has
nacido (¿Qué te daré Señor?) Virgen
María, Te entrego/ mi corazón de payaso,/ por si le sirve a tu Hijo/ de
juguetillo barato./ Y no sufras si se cansa/ o se estropea en sus manos:/ con
una mirada suya,/ con su beso inmaculado,/ volverá a ser corazón/ y a sentirse
restaurado (Virgen María te entrego)
Lleva siempre una flor (sonrisa, palabra cálida) en tu semblante/ si quieres
que se note la Presencia/ de Dios en ti, naciendo en alegría (Consejos de mi payaso) No es posible la
alegría sino dejamos espacio para que/ nazca Dios (Mesoneros de Belén); DESTERRANDO EL USO DE LA FUERZA Y VELANDO SU
SUEÑO: Es Navidad. Muy buenas noches,
hombre./ Deja las armas/ La Navidad mundial está esperando/ tu apagar odio en
llamas de enemigo./ Mano de Dios mendiga tu cariño/ Cede al Amor por fin.
Ríndete al Niño (Es Navidad) No
despiertes, Amor, que en esta tierra/ se ven brotar las iras de la guerra/ en
sangre de inocencia lacerada (Al Niño
Jesús de los Reyes Magos) Déjame que Te mire y Te celebre/ con silencio de
amor, junto al pesebre/ para no despertarte, si Te nombro (Al Niño Jesús dormido); ACOMPAÑANDO VIDAS SOLITARIAS: A veces
ignoramos sus nuevas navidades/ porque la densa niebla nos ciñe la mirada./ Pero
si nos donamos cuidando soledades/ encontramos a Dios en carne lacerada (Dios nace cada instante); SABIENDO PAGAR
EL PRECIO DE LA FIDELIDAD: Tú, incomprendido, desvalido, ignorado al nacer/
eres el modelo de lo que nos sucede ahora y nos sucederá siempre a tus/
seguidores enamorados; no nos comprenden; estamos desvalidos ante los/ poderes
del mundo/ y nos ignoran con lástima y, a veces, con menosprecio (Oración navideña); HACIÉNDOSE CARGO DE
LA SITUACIÓN VITAL DEL OTRO: Amarte y ofrecer mi mano-tuya/ a los seres, sin
Ti, que se extravían (Amarte sobre todas
las cosas) Pasar amando: descubrir Belenes/ en el íntimo establo de los
hombres (Pasar amando con el Dios que
nace) Así, sencillamente, regalar Navidades/ porque Dios siempre nace feliz
en humildades/ que lleven corazón gozoso en la mirada (Y así ser Navidad sencillamente) Alza tus ojos y los dos muy
juntos/ seremos ingenieros de caminos/ o payasos de Dios que no se cansan/ de
restaurar senderos de alegría (Restaurando
el camino hacia tus ojos); CUIDANDO NUESTRA VIDA DE FAMILIA: enséñanos,
Señor, a ser familia/ fértil, gozosa, fiel, que recolecte/ poemas en los ojos
de sus hijos (Súplica al Niño Dios por
las familias); VALORANDO LO PEQUEÑO DE CADA JORNADA COMO APRENDIÓ DE SAN
JOSEMARÍA: Permitidme deciros que se pueden/ pronunciar navidades en las cosas/
menudas del quehacer de cada día/ vivido por amor (Mensaje del “gozo inmenso”) El hombre sólo es hombre/ cuando su ser
es Navidad perenne/ dejando a Dios que nazca entre las cosas (Con
cirios de cariño navideño); Y SABIÉNDOSE PERDER Y ENCONTRAR FELIZMENTE EN
DIOS Y SU AMOR INFINITO POR LA SENCILLEZ Y LA POBREZA: Por la puerta sencilla del cariño/ entro al
establo del Belén viviente./ y junto al Niño con José y María/ soy tan pobre
que alcanzo la alegría/ de quedarme con Ellos y perderme (Por la puerta
sencilla).
4. NAVIDAD Y
EUCARISTÍA
Hay una serie de poemas en los que D. Rafael relaciona la
Navidad con la Eucaristía. Parece lógico, ya que nuestro poeta era sacerdote, y
vivía este misterio de la infancia del Señor como presbítero, pero cabe preguntarse si hubo fuentes en las que
se inspiró, o es algo que manó de su propia vida interior. Que el lector investigue
o saque sus propias conclusiones de los siguientes versos: yo, pesebre de
sangre, me declaro/ nido feliz que alivia el desamparo/ porque soy Navidad en
cada Misa (Soy sacerdote); Siempre
naciendo, tan sencillamente/ que Te siento nacer, como se siente/ el beso de la
luz cuando abre el día (Naces por mí
Señor en el altar); “Esto es mi Cuerpo”, digo y en el trigo/ mi Dios
enamorado se confía./ “Este es el Cáliz de la Sangre mía”, / y llega Dios al
Cáliz que bendigo (Navidad eucarística);
Te traigo más que todos los pastores;/más que los Magos, sabios peregrinos./ A
tus pies, Niño Dios, traigo las flores/ de lámparas, de panes y de vinos./
Espero que los besen tus divinos/ labios de trigo transubstanciadores (Cuando
nazcas, señor, entre mis manos); Niño de Pan que en mi pobreza anida/
caliéntame Contigo cuando toco/ tu silencio de nieve (Asombro eucarístico); Quiero vivir sintiendo tu latido,/
Eucarístico Niño desvalido (Navidad del
sacerdote); Ser Navidad donando a
mis hermanos/
al Dios nacido- Gracia y Sacramento- (Ser Navidad).
5. NAVIDAD Y
PARROQUIA
Rafael Matesanz se sentía hijo de la Iglesia a la que
amaba apasionadamente. Sabía y había experimentado que la Iglesia se hace
particularmente presente en la parroquia,
ya que en ella es donde uno escucha la Palabra de Dios, recibe los sacramentos,
reza con los hermanos en la fe, por ello también ve un nexo estrecho entre ésta
y la Navidad: Permitidme deciros que en la Iglesia/ está naciendo Dios para
nosotros/ sacramental y tierno./ Basta para saberlo,/quemar soberbias o
prejuicios ciegos./ Nace Dios en la Iglesia cuando salva/ verdades, que generan
certidumbres;/ caminos que florecen primaveras;/ hogares que propician
alegrías…( Mensaje del “gozo inmenso”)
Y sin cesar me da su Nacimiento/ en cada Sacramento de la Iglesia./ ¡Dios-Niño
siempre/ en el regazo de la Iglesia Madre! (Confidencia
navideña) La parroquia es Belén. En ella nace/ el Dios sencillo
silenciosamente./ Nace en la Misa con ropaje blanco/ de pan humilde para ser
comida./ La Parroquia es Belén. Y cada uno,/ siendo parroquia viva, hace que
nazca/ el cariño de Dios entre los hombres (La
parroquia es Belén).
6. NAVIDAD Y
ETERNIDAD
No podía faltar la referencia a la
meta del vivir, la eternidad gozosa con Dios con el abandono previo de lo de aquí:
cuando llegue el final de mi peregrinaje por la tierra,/comenzar la Vida/ y
merecer este epitafio hondo y sencillo:/ Su
tiempo siempre fue Navidad;/ sus pasos, apertura de caminos;/ su mirada,
sembradura de sonrisas;/ su corazón, hogar de la PALABRA (Paz y bien) No moriré, Señor, porque has nacido/ Para que viva la
incesante aurora/ De ser hijo de Dios resucitado (No moriré) Desde que Tú naciste, Te nos naces/ pródigamente
dándonos la Vida./ Ya podemos nacer, cuando morimos,/ a la Vida Contigo consumada
(Un payaso ante Dios).
Aquí termina este acercamiento a lo que D. Rafael
llevaba en su corazón navideño. Nos puede ayudar leer y releer estos poemas
para vivir tan esperada conmemoración anual con su verdadero espíritu.