22/7/20

POEMAS A SANTOS

 MAGDALENA


“…y poniéndose detrás, junto a sus pies, llorando, comenzó a regarlos con sus lágrimas y los enjugaba con los cabellos de su cabeza y los besaba” (Lc. 7,38)

   Hay una fiebre nueva por tu boca
que en beso casto y hondo se serena.
Hay un derrame líquido de pena
que de una fuente cristalina brota.

   Magdalena, mujer, tal vez, gaviota
en mares turbulentos de condena.
Has hallado la paz tan pura y plena
de la paz y de la luz te vuelves loca.

   Loca divinamente: descubierta
como paloma en plenitud que sube
hacia el azul y que al azul alcanza.

   Has hallado, por fin, la vida cierta.
Has curado tu arcilla con su nube
hecha gasa de amor y de esperanza.