en un soplo de amor se
transfigura.
queda un hueco en el aire
y una oscura
nostalgia en la sonrisa de
la nieve.
Madre, te vas; tu claridad
se atreve
a dar a luz la Luz que te
madura.
Siempre Madre fecunda:
siempre pura
nube de Dios que
permanente llueve.
Te vas y no Te vas, porque
tu vuelo
deja en las flores sílabas
de cielo
que hablan de Ti, Asumpta
cercanía.
Te vas; pero Te quedas
confidente
en el hogar del corazón
que siente
tu victoria total, Virgen
María.