Hay un oscuro sueño, un gozo insano
en cada hombre ardiendo en las entrañas
que disfraza de luz viles patrañas
y de mar, el desierto seco y vano.
Y si se vierte el hombre hacia el lejano
país de la promesa, las cizañas
se tornan trigos y se tornan cañas
de vegetal ternura y gozo sano.
Prostituye su vida con burbujas
de vanidad dorada y hechicera
mientras el oro pesa en su bolsillo.
Cuando el oro se esfuma, las agujas
de amistad disfrazada e insincera
clavan su crueldad de agudo brillo.