SANTA BEATRIZ DE SILVA
Blanca y azul, doncella desposada
Hermosura de luz, hecha desvelo
de salmo virgen a la Inmaculada.
Paloma de silencio clausurada
en la celda modesta de tu velo.
Tanto sabes volar, que alzas el vuelo
donde nace la luz de Su Mirada.
Esperas con paciente rebeldía
el minuto de Dios, la sinfonía
del corazón ardiendo llama viva.
Dios convoca tu sangre de campana
para cantar aurora franciscana
en hogares de paz contemplativa.
(Fundadora de las Concepcionistas Franciscanas,
cuya vida y hábito
cantan a la Inmaculada)