AVILA MADRE
tu piel de madre mística y fecunda.
Hasta mi voz llagada y vagabunda
ensaya versos claros si te evoco.
A veces lindo con volverme loco
y vuelve a tu verdad alta y rotunda.
Tu corazón vivísimo me inunda
de sangre nueva y nazco poco a poco.
Me permito nacer por si mi vida
se hace palabra de profeta ardiente
y salvo luz de estrellas desmayadas.
Avila madre, densa y dolorida
aunque lejos de ti, vivo presente
y habito en el hogar de tus moradas.