SANTO OLVIDO
El olvido es amor, cuando elimina
residuos de penumbras y de lodo.
Es dar el corazón
y darlo todo
como sencilla
fuente cristalina.
La mirada del
hombre se ilumina
cuando va junto a
Dios, codo con codo,
repartiendo cariño
de tal modo,
que no pasa
factura y no termina.
El olvido es
perdón que no se gasta
que siempre crece
y nunca dice: basta
porque no puede
tolerar rencores.
El olvido es la
paz, blanca paloma
que anida en las
entrañas y se asoma
en la humilde
sonrisa de las flores.