Y Dios bebiendo sangre de tus venas.
Virgen- jardín de vivas azucenas.
Madre- dulzor de todas las ternuras.
Vives para quererle. Te apresuras
a ser el mar que besa sus arenas.
Para Ti los manojos de sus penas.
Para El, tus arroyos de dulzura.
Sílaba eres de cristal, María
que presagia la luz del nuevo día
con sólo ver la flor de tu sonrisa.
Y sigue tu fervor de gozo místico
cada vez que tu Hijo- Eucarístico
toma de Ti su carne en cada Misa.