¡ESTOY ENAMORADO!
desde aquel desembarco en tus arenas.
Quedé solo Contigo y con tus penas:
hombres al hombro llenos de agonía.
Quedé solo Contigo y con la fría
verdad de tu alta Cruz y tus cadenas.
Pero, Contigo encadenado, apenas
siento el dolor de la pobreza mía.
Tú me nutres, Señor, de tanto vuelo,
que el peso de mi carne es un deshielo
de júbilo, sin mí, purificado.
Contigo transitando mis arterias
reconvierto mis penas y miserias
en luz de amor: ¡Estoy enamorado!