19/1/21

POEMAS SOBRE EL HOMBRE

 ACABA EN MI TU OBRA: HAZME SANTO

 

“Correré por el camino de tus mandatos

 cuando me ensanches el corazón” (Salmo 118)

 

   Me elegiste, Señor, sin merecerlo.

El asombro feliz me sobrecoge.

   Sólo ser santo puede ser respuesta

a tanto amor donado a mi pobreza.

 

   ¡Ser santo, santo…!: consumar la vida

enteramente tuyo, sin penumbras

de cálculo egoísta. Ir por la senda

de tu querer en mí Dejar que escribas

en blanca cuartilla de mi vida

tu poema de luz. Que hagas del barro

opaco de mi ser otro lucero.

 

   Acábame, Señor. Todo es don tuyo:

mi existencia, mi firme vocación

de ser palabra que Te canta ardiendo…

 

   Acaba en mí tu obra donadora:

Hazme santo que mude cuanto toca:

las flores, las montañas, las personas…

Que a mi paso los seres se hagan himno.

 

   Y que mi yo, sin mí, sea tu Magníficat

perpetuamente vivo en tu presencia.