libando corazón y mansedumbre.
Eres Amor que dona por costumbre
la gracia de tu Vida enamorada.
Redimes con mirar. Eres llamada
al ascenso, Contigo, hacia la cumbre.
Calienta el fuego de tu clara lumbre
y se intuye la luz de tu alborada.
Labra, Señor, mis tímidos rastrojos
con la mirada de tus dulces ojos
y fecunda mis surcos negligentes.
Esculpe con mi barro tu figura
y lánzame, Contigo, a la aventura
de latir tus latidos confidentes.
Queda mi ser prendido en tu mirada
libando corazón y mansedumbre.
Eres Amor que dona por costumbre
la gracia de tu Vida enamorada.
Redimes con mirar. Eres llamada
al ascenso, Contigo, hacia la cumbre.
Calienta el fuego de tu clara lumbre
y se intuye la luz de tu alborada.
Labra, Señor, mis tímidos rastrojos
con la mirada de tus dulces ojos
y fecunda mis surcos negligentes.
Esculpe con mi barro tu figura
y lánzame, Contigo, a la aventura
de latir tus latidos confidentes.