26/3/21

ALOJADO EN EL GOZO DEL ASOMBRO

Gracias, Jesús, Amigo confidente,

lumbre que alumbra mi pobreza suma,

lealtad que me aloja y me consuma

en el hogar de tu cariño ardiente.

 

Tú restauras mi sangre penitente.

Tú señalas mi rumbo entre la bruma.

Tú recoges el llanto de mi espuma

y me das consistencia permanente.

 

Yo Te devuelvo poco: sólo un pobre

caudal de vida tímida y salobre

portando gratitud sobre mi hombro.

 

Pero nunca podrán arrebatarme

la dicha de quererte y de quedarme

alojado en el gozo del asombro.

 

(Contrato de amor con Jesús, III)