29/3/21

ME DUELE EL PECADO

Me duele, Señor, el pecado como una substracción de luz y de vida.

Me duele la rotura de los seres, su tristeza crónica

cuando los hombres pecamos.

Me duelen las alondras no vistas, no escuchadas.

Los perros que buscan amo no advertidos.


Me duelen los niños no nacidos.

Me duelen los hombres que no se han encontrado a sí mismos

en tu Verdad.

Me duelo yo mismo, extraviado, al no ser sólo y siempre tuyo.

Amo este profundo dolor: no huyo de él,

porque deseo reparar, equilibrar la creación entera.

Sostenme Tú en esta tensión de amor.

Acéptame, de rodillas ante Ti, inmolándome.

Soy tuyo, sobre mis sombras.

Soy tuyo, sobre las roturas del mundo.

Soy tuyo, sobre las arrogancias y los olvidos

de la racionalidad irracional.


Me duele el pecado, Señor.

Gracias, por este dolor que, al reparar, redime

y hace fértil mi vida.