30/3/21

DESASIMIENTO

He de arrancar los parásitos que se adhieren a mi corazón.

He de ser latido limpio como el silencio del alba.

He de poder volar a tus intimidades, Señor.

He de alumbrar tus caminos

para los hombres  sin camino.

 

Líbrame Tú, Señor, del peso de mí mismo,

de los fantasmas amenazadores del futuro,

de los límites dolientes de mi carne,

de ese lento deterioro en las alas de mi entusiasmo.

Líbrame del dolor del tiempo no empleado fértilmente.

Líbrame de la muerte continuada por las horas que pasan

y me substraen esperanza.

Despréndeme

de toda actitud arrogante,

de toda evasión,

de todo sentimiento de fracaso,

de todo cansancio cultivado,

de toda carga furtiva que no sea de luz o de vuelo.

 

Déjame solo Contigo y créceme en Ti

hasta alcanzar el sosiego feliz de tu mirada.

Sólo, asido a Ti, quedaré desasido

de mis penumbras y de mis esclavitudes.