Hospedarme en tu seno
para vivir tu Vida íntimamente.
Estar en el silencio en que me hablas
confidencias que alumbran mi existencia.
Recolectar, en soledad Contigo,
los profundos secretos de las cosas,
su mirada hacia Ti.
Sólo mirarte, Señor, solo decirte,
libérrimo y feliz, que soy tan tuyo
que he olvidado hasta el lastre de mi nombre.
Amar, Amor, amar. Amor; quedarme
transubstanciado en el amor que nace
de tu ser, que es Amor y que es Origen.
¡Oh dulce monasterio, donde nace
la pureza del encuentro!
¡Oh penumbra que alumbra las entrañas
con la luz de tu Rostro descubierto!
¡Oh soledad hermosa como templo
donde Dios se aproxima en confidencia!
¡Oh silencio que viste la Palabra
desnuda del amor que se transfunde!
Vivir en Ti, Señor, sentirme envuelto
por tu perdón, por tu misericordia,
por el aire que besa mis pulmones
y nace de tu aliento…
Y yo, sobrevolando mi estatura,
ser amor solo, para Ti, por siempre…