porque he besado tu dolor de muerte.
La fuerza de tu Vida me convierte
en testigo que anuncia tu alborada.
Estás vivo, Señor. Desmantelada
la cárcel del pecado. Mi gran suerte
es estar a tu lado para verte
y seguir jubiloso tu llamada.
Seguir, llegar, en pos de Ti a la cumbre
con mi cruz, con tu Cruz, en reciedumbre
y sonrisa sencilla de aleluya.
Vivir Contigo tu Pascual Misterio.
Ser sangre, tierra, luz, amor, salterio:
amigo tuyo pertenencia tuya.