13/4/23

ALEGRÍA EN LA RESURRECCIÓN DE JESÚS










Estás vivo, Jesús. Gracias; tenía

una sombra clavada en la mirada

hiriendo mi pupila con la nada

donde mi ser se desvanecería.

 

Pero veo encendida tu bujía

y, Contigo Viviente, mi pisada

se hace canción de llama enamorada

que prende los caminos de alegría.

 

Estás vivo, Jesús, para vivirme;

para darme Tu Luz, para lucirme

con tu Presencia cálida en las cosas.

 

Gracias, Amor, Jesús. Nada me inquieta.

Tiene razón mi sangre de poeta

besando estrellas y cuidando rosas.