como fértil latido de la tierra…
Esas flores sin lanzas y sin guerra
que al soplo de la brisa se estremecen…
Esas flores humildes que se ofrecen,
sin alarido, al pie que las entierra..
Esas flores que rezan en mi sierra…,
son como Tú, Señora, Te florecen.
Como Tú, con mirada de ternura.
Como Tú, donadoras de hermosura.
Como Tú, nazarenas silenciosas.
Nutra mis ojos su palabra casta
para vivir sencillamente hasta
superar el idioma de las rosas.
(A Nuestra Señora de Mayo)