José de Nazaret, regazo de ternura
para acoger a Dios naciendo niño pobre.
José de Nazaret, canción de luz y cobre
desde el silencio recio y la mirada pura.
Todo en ti fue salvar su vida salvadora.
Todo en ti fue llevar su Paz por equipaje.
Todo en ti fue buscar limpísimo hospedaje
para el Sol de tus ojos y su Madre, la Aurora.
José de Nazaret, humilde carpintero
haciendo con virutas juguetes de cariño.
De tus ojos copió tanta bondad el Niño
que se carpinteó mansísimo Cordero.
Hombre justo, morada del Justo de los Justos.
Le diste crecimiento con mano carpintera.
Transfiguró tu vida sudores y madera
y quedaste esculpido en árboles robustos.
José de Nazaret, danos reciedumbre
para guardar intacta su Verdad y Su Vida.
Danos el beso puro de tu sombra encendida
para besar a Dios y que Dios nos alumbre.