Sencilla para ser flor con aroma.
Sencilla como arrullo de paloma
que reza melodía confidente.
Sencilla como el agua de la fuente
que da su corazón cuando se toma.
Alba de sencillez sobre la loma
que viste de verdor humildemente.
Tienes en la sonrisa tanta llama
de silencio y de luz, que quien te ama
sencillamente nota cercanía.
Ábrenos tus arterias tan sencillas
y, alumbrados con tantas maravillas,
seremos sencillez, Virgen María.