12/9/21

GRATITUD OMNIDIMENSIONAL

 

Gracias, Señor:

me regalaste la existencia

sacándome de la nada

con tu fuerza omnicariñosa.

 

Desde que nací, me cuidas con la ternura de corazón materno.

Tú eres el Origen de los desvelos de mis padres hacia mí.

Tú eres el Origen de las criaturas que me rodean y me asombran.

Intuyo tu Presencia donadora en la hermosura del bosque:

robles, enebros, acebos…, danzan, para mí,

al compás de los besos musicales del viento.

 

Sales a mi encuentro,

cuando no siento tu filiación

o me extravío lejos de la fraternidad cósmica.

 

Te acercas a mí, más entrañablemente todavía,

en la Palabra, tu Hijo, que me habla en lo íntimo

con palabras humanas y divinas y con miradas humanas y divinas.

Él, Jesucristo, me comunica su vida, su vida trinitaria en el Espíritu,

a través de la Iglesia, permanente presencia maternal tuya.

 

¿Qué hacer, Señor, para no deshacer en mí

tu obra realizadora y madurante de mi ser…?

 

Quedo abierto a la gratitud.

Quedo abierto al asombro jubiloso y a la alabanza.

Me lleno de Ti: Te adoro

y me trasfundo con sencillez enamorada

a las criaturas que aún ignoran tu Amor:

Soy Misionero que desea identificar su persona con su mensaje

que es el tuyo.

 

Asegúrame en la entrega.

Asegúrame en la fidelidad.

Asegúrame en la alegría de ser respuesta libérrima y plena,

a tu cariño incesante.

 

Gracias, Señor. Gracias, Amor, Amante y Amado.