María De Nazaret, casta morada
donde el amor de Dios hizo su nido.
En tu carne de Madre sumergido
se hace Palabra blanca, enamorada.
Y Le sigue cuidando tu mirada
- Eucarísticamente desvalido -
cuando en la Misa pones tu latido
de Madre sin cesar Inmaculada.
Estás en cada templo de rodillas
cantando nanas puras y sencillas
como flores de clara poesía.
Con tu Hijo te das hecha comida,
blanco presagio de la eterna vida,
Sagrario de su Amor, Virgen María.