1/9/22

ESPERANDO

 


 

¿Por qué sigues, Señor, en esa espera

tu larga y dura de la Cruz erguida?

Si los hombres prefieren otra vida

¿qué te mueve a esperar de esa manera?

 

Sabemos que estás loco y que la hoguera

de tu locura siempre está encendida.

Pero, Señor, decide la partida

porque no es combustible nuestra espera.

 

Oh ¿tal vez sí? ¿Tal vez alguna estrella

caerá en el corazón con luz ardiente

cambiando nuestro hielo en vivas llamas?

 

Sigue, Señor, como en la tarde aquella

del Viernes Santo. Dinos mansamente

que sigues esperando y que nos amas.