3/9/22

TU PRESENCIA CALLADA

 


 

Estás aquí, Señor, leve, sencillo

tenaz en el amor hecho comida

dócil entre paredes silenciosas

sujetando tu Luz con el misterio

para que nadie tema cercanías.

 

Estás aquí, Señor, perseverante

llamándonos, mirándonos, urgiéndonos

solicitas diálogo sereno

para calmar nuestro temblor sangrante.

 

Estás aquí, Señor, y lo ignoramos

soberbia ciega en la selva oscura.

 

Somos pequeños, Dios, nos confundimos

al buscar el reposo a este cansancio

que cada día nos gasta sin notarlo.

 

Pero espera, Señor que todavía

hay amor de plegaria en nuestras almas.


(Amor Eucarístico 4)