10/1/23

ESPÍRITU SANTO, VIVIFÍCAME EN TU VERDAD-AMOR PARA QUE SEA PAYASO FIEL




 Te necesito, Dios Espíritu Santo,

como las plantas necesitan la savia para vivir.


Soy perplejidad, necesito certidumbre;

soy desacierto, necesito consejo;

soy ignorancia, necesito sabiduría;

soy tristeza, necesito júbilo…

 

Ven a mí, al despertar:

vivifícame para que abra los ojos

a las personas, a las cosas y a las circunstancias

con visión positiva de cariño.

 

Ven a mí,

cuando la monotonía del deber diario

enmudece la sorpresa de emociones nuevas.

 

Ven a mí,

cuando el dolor afila sus flechas

y me espera a la vuelta de todas las esquinas.

 

Ven a mí,

cuando me fallan los hombres

y rinde a mis amigos el cansancio de la fidelidad.

 

Ven a mí,

cuando estoy tan solo,

que no tengo apetencia de invocarte.

 

Ven a mí,

cuando los fantasmas del futuro cruel e incierto

se divierten con mi corazón desvalido y sensible.

 

Ven a mí siempre,

porque siempre soy

pecado, limitación, esterilidad, sin Ti.

 

Espíritu Santo:

Que el niño de mi corazón nunca esté triste

sin el Rostro de Mamá-Dios.

Que nunca esté muda la lengua de mi entusiasmo

al contemplarte;

que me hablen las hojas del otoño,

las alondras del amanecer

y los élitros del grillo.

Que me besen las brisas de tu Providencia

Recreándome perpetuamente.

 

Ven a mí, Espíritu Santo, Dios,

para disfrutar las dimensiones del Padre;

para sentirme cautivado

por la cercanía entrañable de Jesucristo, el Hijo

para intuir el rostro hermoso de la Virgen sencilla;

para notar el calor de la Iglesia-Hogar;

para vivir

viviéndoTe,

participándoTe.

 

Ven a mí, Espíritu Santo.

Y nada más deseo, porque Tú

Me das la Vida en plenitud

Y en alegría sencilla de Payaso tuyo.

 

¡Gracias!