Esta casa en hogar, donde los males
se curan con amor y poesía.
Tiene clima de cálida alegría
y es vergel de sonrisas vegetales.
Las paredes alumbran en sus cales
escenas de Jesús y de María.
No cabe padecer melancolía
al arrimo de gozos teologales.
Esta casa de barro enrojecido
estrena soles en cada latido
y dona “Paz y Bien”, a simple vista.
Yo resucito cuando vengo a ella
y siento que Beatriz, hermosa estrella
cuida su hogar de luz Concepcionista.
