IV
sin límites de tiempo y de colores.
Tu mirada sencilla encuentra flores
antiguas y modernas en el viaje.
Huellas del hombre llenan tu equipaje
para salvar sus claros ruiseñores.
Respetas el matiz de sus fervores
y te cubre el frescor de su ramaje.
Saboreas el gozo de lo humano
y descubres sus alas empolvadas
porque tu corazón se siente hermano.
Con él pronuncias nuevas alboradas,
pintas con él y esculpes en su mano
resurrección de estrellas clausuradas.
(Cinco sonetos amigos para D. Juan de Contreras)