3/3/23

POETISA DEL “SÍ”

 


 

No escribiste nada, Virgen María; hablaste poco;

pero eres la mayor poetisa

porque latiste mucho y quedó tu latido impreso

en la historia y en el universo.

 

Un latido cálido, afirmativo, ascendente.

Esas pocas veces que hablaste quedaron tus palabras esculpidas

en un “Sí” irreversible y vivo:

“Hágase”. “Glorifica”. “Alegra”. “Vino”. “Hijo…”

 

Y tus gestos también fueron donación: “Sí” en todo lo que hacías

visitar, confidenciarte con Isabel,

envolver en pañales a tu Palabra desvalida,

alimentarla, besarla, mirarla…,

buscarla desveladamente hasta hallarla en el templo,

intentar sostenerla de pie junto a la Cruz…;

cuidar maternalmente a los discípulos…

 

Y sigues así desde el cielo:

cuidando celosamente nuestra fidelidad

para que seamos poetas del “sí”, afirmativos,

resucitados y resucitadores.

 

Madre, que culminemos felizmente el poema

de nuestra existencia

a la luz perenne de tu “SÍ”.