Venimos de tu llama creadora
para ser y pensar cariño eterno.
La nada nos acecha impertinente
con guadaña de horror sepulturero.
Se cansa el corazón y languidecen
los sueños de vivir en crecimiento.
Sólo Contigo lámpara creante
se retira la sombra del vacío.
Tú vivificas las entrañas mismas
de los seres humildes y grandiosos.
Tú de la nada extraes la existencia
cuando el toque del Padre, en Ti, nos vive.
Tú creas el latido y lo sustentas
con besos invisibles.
Tú maduras los vientos
y das color de flor a la hermosura.
Tú combinas la tierra con el agua
y amanecen las rosas.
Tú das formas a las alas de las aves
para que borden vuelos en la altura.